Hoy nos remitimos al pasado y hacemos un paréntesis en Cineadictos para hablar de un gran éxito italiano que marcó un antes y un después en la historia del cine.
Así nos alejamos de la cartelera actual para dedicar un pequeño espacio a esta película que merece ser conocida por todos los fans del arte del cine.
"El Ladrón de bicicletas"
Dentro de una Italia en la que la segunda Guerra Mundial ha dejado secuelas muy importantes, como la pobreza y la falta de empleo, Antonio Ricci, personaje al que da vida Lamberto Maggiorani, refleja a la perfección la angustia de alguien que no tiene dinero para alimentar a su familia.
El “Ladrón de Bicicletas” es una joya cinematográfica de Vittorio de Sica, que al igual que otras como “Roma, ciudad abierta”, de Roberto Rossellini o “La Tierra tiembla” de Luchino Visconti, cumple las principales características del neorrealismo italiano.
Para muchos historiadores del cine, el neorrealismo italiano fue más que un movimiento de naturaleza histórica. Afirman que se configuró como el cine naciente de una nueva actitud ante la realidad, como el arte de lo pobre y de lo austero, como el cine donde las virtudes testimoniales resaltan.
Las tramas se ambientan en los sectores más desfavorecidos, abundan los rodajes exteriores y el contacto con la realidad va más allá en este cine italiano ya que los cineastas deciden optar por actores no profesionales.
Además este tipo de cine se caracteriza por reflejar la situación económica de la posguerra y reflexionar sobre los sentimientos de pobreza, frustración y desesperación.
Se emplea una iluminación natural e incluso guiones poco complejos que tratan sobre asuntos de la cotidianeidad del momento.
De forma lenta a la par que impaciente y con una música extradiegética que acompaña en todo momento a los personajes, Vittorio de Sica consigue a la perfección transmitir la preocupación por encontrar la bicicleta que le roban al protagonista.
Esta bicicleta es fundamental para el trabajo de Ricci y sin ella su familia se verá en la ruina. La constante y desesperada búsqueda que lleva a cabo junto a su tierno hijo es conmovedora y en ella se refleja la exaltación de la lucha de un padre por sacar a su familia adelante.
“El Ladrón de Bicicletas” denuncia la situación de la sociedad del momento, en la que a nadie parece importarle la desgracia de los demás y lo único que importa es sobrevivir.
La desesperación a la que llega el protagonista demuestra también como se pueden perder los papeles y llegar a perder los principios con tal de poder darle una vida digna a su hijo.
De Sica consigue con esta obra entrañable más éxito en el extranjero que en la propia Italia. Con una credibilidad y sinceridad apabullante, y un Óscar a la mejor película de habla no inglesa, se presenta este clásico del cine que traspasa la pantalla para hacer sentir el desasosiego de la lucha por la supervivencia.
Trailer Ladrón de bicicletas
